Vamos ya por la IX edición del concurso, y como siempre contaremos con la compañía de Ayes, que ya el otro día en el bosque de poesía de la Sotanilla nos estuvo contando lo ilusionada que estaba este año, porque vamos viendo poco a poco que la iniciativa crece y se hace más natural, y esto es un gran principio para que aprendamos a valorar las formas de riqueza inmateriales, como la poesía.
Así que quitémosle la naftalina y el polvo dorado, hagamos de la poesía algo real y divertido, que sea parte de nuestras vidas, que decore nuestro pensamiento, que la veamos en el colegio, en los bosques, en el pueblo, en la familia...
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