DÍA DE LA
BIBLIOTECA 2019
El pregón de este
año, que reproducimos a continuación, es obra de la escritora Gemma Pasqual, y
el cartel ha sido realizado por el ilustrador Miguel Calatayud.
La
sin cuento
No quería ser princesa, no quería ser liberada por el príncipe
azul. Tampoco que el beso de un Príncipe la devolviera a la vida; ni que la
salvara de la explotación infantil, no quería esconderse en la casa de los
siete enanitos y ser su criada hasta que un príncipe la viniese a rescatar. No
era capaz de renunciar a su voz por el amor de un muchacho; ni esperaba que San
Jorge la salvara del dragón. Nobles princesas condenadas a dormir o al
silencio, por orden de una madrastra, de un padre o de un hada buena.
Y se calzó sus zapatos rojos y huyó de su cuento, corrió y
corrió buscando refugio, convirtiéndose en una sin cuento. Era una sin libro,
una sin papeles, no la querían en ninguna parte.
En una cáscara de nuez navegó por el Mar de las Letras, y
naufragó. Nadaba contracorriente, fuertes olas de frases la ahogaban, y cuando
se dio por vencida y se abandonó a su suerte, de repente, la salvó la capitana
Pippi Långstrump, una niña libre, generosa, que nunca se aburría, que se
atrevía a cuestionar el razonamiento de los adultos. Acompañada por Matilda
navegaban por el mar de las letras para rescatar a todos aquellos personajes
que se aventuraban a cruzar el mar buscando un cuento mejor. Heroínas con
fuerte sentido de la justicia y del deber de proteger a los más débiles.
Finalmente, después de muchas tribulaciones llegaron a puerto
seguro, el Puerto de la Biblioteca, el Paraíso del que le había hablado Borges.
Un lugar lleno de tesoros hundidos, como le había dicho Virginia Woolf; una
nave espacial que la llevaría a los puntos más lejanos del universo; una
máquina del tiempo que la transportaría al pasado lejano y al lejano futuro;
una salida a una vida mejor, más feliz y más útil, como le explicó Isaac
Asimov. Un lugar donde no necesitaba ser princesa para ser la protagonista de
todos los cuentos.
Larga vida a las bibliotecas, refugio de todos, también de los
sin cuento, de los sin libro, de los sin papeles, de las niñas que no quieren
ser princesas y de los niños que no quieren ser héroes. Larga vida a los
bibliotecarios y bibliotecarias, guardianes del Paraíso, de máquinas del tiempo
y de grandes tesoros como son los libros.
¡MUCHAS FELICIDADES A TODAS LAS PERSONAS QUE TRABAJAN EN LAS BIBLIOTECAS Y A QUIENES SABEN DISFRUTAR DE ELLAS!